sábado, 13 de agosto de 2011

La vida está llena de historias...

Historias repletas de ilusión,  de vidas vividas,  de juventud, vejez, amor, y de muchas  historias que dejan claro que moriremos siendo lo que hemos hecho siempre:
Si somos honestos, moriremos con honestidad. 
Si somos hipócritas moriremos hipócritas. 
Si somos educados, dejaremos un recuerdo de una persona educada.
En resumen seremos lo que somos ahora.

Como dice el título de esta entrada: La vida esta llena de historias, historias que muchas veces se nos pasan, y es que no podemos estar en todos lados (¡lástima!) para poder verlas y vivirlas... Tengo una grandiosa colaboradora que me ha contado las historias que aquí os paso a narrar, intentaré en el trasfondo de cada historia ser lo más fiel a la realidad...


Hoy quiero contaros unas cuantas historias... Suceden en Londres, en una residencia de ancianos... La de historias que se pueden albergar en un solo edificio... Tantas vidas, algunas bien vividas hasta la senectud y otras que no tanto.



***


Empezaré por el más 'macarrilla' se llama Michael, un abuelo que en su juventud fue una especie de Gigolo.. (Permitidme deciros que nunca podría pensar en la idea de un anciano ex-gigolo).. Pero lo más alucinante no  es que lo haya sido, lo increible es que él sigue viviendo como tal; me imagino sus movimientos, tal vez ahora sean mas recatados, mas medidos que los de su juventud por miedo a una fractura de cadera. Y es que la edad pasa factura. Siempre.

Michael aún liga con las mujeres, señoras de la tercera edad deseosas de sentirse deseada, mujeres esperanzadas en una mirada del pícaro y seductor Michael... Él con su desdentada sonrisa sigue haciendo lo que 50 años atras le daba para vivir... Ligar con mujeres porque (para él) el juego de la seducción no tiene edad.

Aunque hay algo que en todos sus años Michael no ha sabido, ni ha querido aprender, y es que la seducción como juego, acaba en eso, en un juego en el que hay uno que pierde y otro que gana... Se podría comparar con los partidos americanos (EE.UU) en los que no hay empate, siempre tiene que haber un perdedor y un ganador. Siempre.







Michael jamás supo ver la vida tan solo con un par de ojos acompañándole, jamás supo entender la vida en pareja, no supo aprender que la vida se disfruta mejor siendo sólo dos. Y la pena de esta historia es que a sus' tanto y pico' años, no sabe amar, solo flirtear.





***


Ella una mujer guapa desde su juventud; viuda hace tanto que ya no lo recuerda, ya no retiene el rostro en su memoria del hombre al que tanto amo... 
Y es que la vejez, esa compañera de viaje que te roba a tus antiguos compañeros de viaje, no sabe convivir con los recuerdos... Pero eso si, ella mas lista que la vejez, ha cubierto todas las mesillas con portaretratos que muestran imágenes sonrientes de aquellos años que ya no volverán, de aquellas historias de las que solo queda una senil testigo desmemoriada....

Ella lamenta no poder recordar los escalofrios que le daban tan solo pronunciar su nombre, o recordar sus ojos color azul cielo mirándola aquel día en el que le dijo 'Yes, I do' ...
Ella, ahora sólo ella.... Se levanta como cada día a las 7:15, mira el reflejo que le devuelve el espejo y por un instante se pregunta . ¿Quién eres? Hasta que una pequeña cicatriz le dice: I am...
Aquella cicatriz, pequeña cicatriz cerca de su cien, le traen una sensación que ella traduce como dulce.... Y es que ya ha olvidado la vez que pasaron en Hyde Park intentando cojer unas pequeñas frutas ro jas (deliciosas frutas rojas) por la que se ganó un buen golpe con una rama... Y de ahí la cicatriz y la sensación dulce.


Ahora ella peina sus cabellos grises, siempre melena larga, pero en el presente no llegan a tapar si quiera su nuca, la puerta de su habitación está abierta, en el justo momento pasa alguien por ahí. Ella dice: Hello Honey, Good morning!! 

Y es que ella, niña educada, joven educada, mujer educada... 
Será siempre la hermosa Mary, dulce y educada.




***

La carta de Queen Elizabeth...

 
Cuentan los más ancianos que la reina de Inglaterra, honra a sus súbditos más veteranos con una carta de su puño y letra.
La carta la reciben aquellos que llegan a los 100 años de edad, y es que alguno hay que llega a tales años.
Y en una residencia de ancianos, unos pocos (del selecto y más que exclusivo club de los 100) reciben en su birthday, una carta con el sello real británico. Cuyo contenido sólo lo saben los cumpleañeros y la emisora de dichas letras... A los demás les toca esperar a cumplir los 100...


Como si de un trofeo se tratara, los abuelos (los más abuelos) guardan con gran recelo su 'real' correspondencia... No se sabe cuando volverán a recibir correspondencia de su excelentisima Reina Isabel...


Ahora vamos al contenido:
'Enhorabuena por no haberla palmado antes' .... O ... 'Me congratula no ser la más vieja del pais' ... No lo sé, lo cierto es que quien quiera sabe lo que dicen esas cartas de Buckigham Palace, tendrán que irse a vivir a England y, lo más complicado, llegar a los 100 años.

¡¡Muchas suerte y larga vida!!




*** Hasta aquí tres historias de las tantas que conviven en una residencia de ancianos londinense...     
Espero que mi colaboradora, me facilite más material de aquellos que ya han vivido y ahora se rien de nosotros los jóvenes, que luchamos aquellas batallan que ellos ya superaron y que, como les sucedió a ellos, no nos dirán el secreto para luchar en esta batalla llamada VIDA.

=)




1 comentario:

Camila. dijo...

Que lindas historias... que ganas de saber todo lo que esta detrás de una imagen, todo lo que pensaron y pasaron antes y durante de ese instante. Tienes un gran talento.

Saludos.