Otras veces me veo como una bebé, gateando sin saber a dónde va, pero gateando.
Mientras avanzan los días y los meses no dejo de pensar en qué opinarías tú, que chistes o advertencias me darías, no dejo de preguntarme si estarías orgulloso de la persona que soy hoy, después de 3 años de despedirnos.
Esta semana necesitaba tanto escuchar tu voz, contarte lo mucho que he crecido (no en altura, para eso ya llegué al límite), mi cara tiene más edad, hasta me he dejado crecer el cabello más de lo que lo he tenido nunca, ojalá pudieras verlo!!
Pienso en ti, como padre y como amigo. (¡El padre y su hija, amigos del alma! -dice la canción-)...
Te echamos de menos... Estos últimos días quería tanto hablar contigo.
Decirte que te necesito aquí.
Decirte todo lo que te estás perdiendo.
Decirte que eras el mejor...
Hoy termino de leer un libro, ahí estaba mi respuesta... Mi "regalo del cielo"... Te echo tanto de menos.
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