viernes, 3 de abril de 2009

Con toda la razón del mundo

Si hay un refrán que siempre he querido recordar es el que dice: "La vaca no se acuerda cuando ha sido ternera" y aún con todo, creo que se me ha olvidado sin darme cuenta en los últimos años...
Me explico... Tengo 21 años -casi cumplidos- y gracias a Dios ya pasé la temida -por algunos- Adolescencia!! y es que hasta hace unos día no me había dado tanto 'miedo' esta etapa natural de todo ser humano... Esta semana en una de mis clases mi profesora nos puso un vídeo que se titulaba.- Adolescencia: La rebelión de las hormonas!
Creédmelo, cuando digo que los primeros 2 minutos da miedo porque ves una especie de torrente sanguíneo y a las 'hormonas' que correr locas por todos lados... es una especie de invasión masiva de las hormonas a todo el cuerpo... me dio desesperación, hasta me sentía indefensa y todo...
Yo normalmente le llamo a l@s chic@s que se encuentran en esta etapa: Hormonas con patas! y este vídeo me lo ratificó... Son 'hormonas andantes'
Mira que se supone que hace relativamente poco pasé por ella... pero es que todos los achaque y cambios de los que se 'quejaban' los chicos del documental, yo ni los recuerdos... y eso que hice memoria en la hora que duro el vídeo!

Aun recuerdo cuando mi hermano mayor pasó la adolescencia, bueno la pasamos juntos, el me lleva apenas un año... recuerdo que fue justo cuando nos fuimos a vivir a Quito, la capital de Ecuador, durante un año... antes de viajar a España.
Un día tuvimos que volver a Babahoyo mi ciudad natal, para despedirnos definitivamente porque en un mes íbamos a viajar para España, yo no me había dado cuenta pero los dos habíamos cambiado, hasta entonces no me había percatado que la voz de mi hermano era más grave que con la que se marchó un año atrás... Una primita que tengo le decía: ¡Diego, deja de hablar así, habla normal! ... La pobre pensaba que figía la voz grave. Y hasta mi perra, que la habíamos dejado con nuestros tios en Babahoyo, cuando nos vio tardó un poco en reconocernos -estabamos más altos, mi hermano más que yo- cuando la perra ya nos reconoció no se separaba de nuestro lado dándonos mimos como siempre... hasta que mi hermano hablaba y era entonces cuando la perra le ladraba... como diciendo ¡Farsante! ¿Quién eres tú? no eres mi dueño.... Así que mi hermano durante la media hora que visitamos a mis tios tuvo que estar callado por la perra, jajaja pobret!!
Creo que ese el único recuerdo que conservo en mi mente de esa etapa de mi vida...

Supongo que en este caso la vaca ha olvidado cuando fue ternera... Otra vez se ratifica la fiabilidad de los refranes, si se dicen es por algo!

1 comentario:

Silvia A. A. Vasconcelos dijo...

ajjajaja nunca había escuchado ese refrán, pero es bueno!

Sí, la adolescencia, yo fui normal, nunca me volví rebelde o quise tatuarme o cosas así.

Ya imagino el video, con las hormonas por todos lados ajajja que miedo.