Mis preguntas, mis reivindicaciones, mis sueños, mis historias, mis deseos, mi terapia... y más... de esto va este blog.
miércoles, 30 de septiembre de 2009
PsIcOsIs...
- Parada de metro.
- 14:13 de la tarde en Valencia
- Subterráneo de la ciudad.
- Arriba hay un día soleado (ayer no vi el sol)... vuelvo a casa.
- El metro se detiene, pasajeros.. muchos pasajeros -porque estamos en hora punta- se agolpan en su puerta más cercana.
- Soy la primera en la puerta del último vagón... (por precaución) no me acerco mucho al andén hasta que el metro ha parado -Recuerdo que hace tiempo un loco tiró a una mujer a las vías cuando el tren llegaba-
- Espero a que las puerta se abran, un hombre con camisa salmón se acerca a la puerta rápidamente... no le presto más atención; en el metro todos, todos van rápido -y me incluyo-
- Las puertas se abren, salen varios con maletas -esta parada es muy concurrida por los que llegan a la ciudad y por los que se van de ella -
- Entro la primera, veo un asiento a la izquierda, me esperan 5 paradas así que me siento ahí.
- El hombre de la camisa salmón -rápidamente- se coloca en el asiento que está a mi lado.
- Comienza mi 'psicosis'... sin motivos (por ahora...)
- Pongo mi bolso como 'escudo' y mi mano me la pongo en el cuello, pareciendo pensativa -pero lo que estaba era pensado en lo loco que parece el de mi lado... ¡No me faltaría razón!
- No sé porqué, pensaréis que la loca soy yo, pero desde el primer momento que se sentó, pensé en que momento saca un cuchillo y me ataca... no os miento.. daba miedo!!!
- Su cuerpo está todo recto, sin apenas mover un músculo, se queda mirando fijamente a la mujer sentada enfrente que lee tranquilamente su libro...
- Su mirada es vacía y enfermiza, lo veo sin mirarlo... ¡¡No vaya yo a darle motivos!!
- Comienza: Mueve su cabeza lentamente hacia arriba -entorna los ojos- y vuelve a bajar la cabeza, respira...
- Vuelve a subir su cabeza, y vuelve a bajarla....
- La sube...
- La baja...
- La sube...
- La baja...
- La sube...
- La baja...
- Todo un rito... pero muy, muy lento (que me desquicia más aún)
- Y lo que más me volvió histérica: Gira la cabeza a la izquierda -sin apenas mover el cuerpo- y luego la gira hacia la derecha... en ese momento estoy que me bajó del metro y espero al siguiente...
- El metro que está lleno, de repente me parece vacío... Miro a un hombre que está diagonal a mi, intento que lea el miedo en mis ojos ¡Imposible! Eso solo ocurre en las películas... Me pregunto si él también ve lo que está haciendo este loco.
- Trato de dialogar conmigo... y sobretodo tranquilizarme. No lo consigo, al nivel que me gustaría.
- ¿Soy la única que ve a este hombre?
- Ruego... para que no se baje en mi parada... no sé ni porque estación vamos. La pantalla que anuncia las paradas con anterioridad está dañada. ¡Lo que me faltaba!
- El hombre sigue con sus movimientos... ¿Parará en algún momento?
- Mi parada es la siguiente... Pienso: ¿Y si me levanto... y me agarra? ¿Y si se baja en mi parada?
- Trato de no moverme, ni respirar... El miedo me hace tener la cabeza a cien, pero mis movimientos no le acompañan.
- Aprovecho uno de sus movimientos de cabeza a la izquierda... y me levanto como un resorte. Aprovecho que hay un chico alto de pie y me cuelo delante de él, muy cerca de la puerta.
- Antes de que pare el metro, casi en el momento, me devuelvo a ver al hombre... se levanta -Mi corazón está en taquicardia- pero solo lo hace para sentarse en el puesto que dejé vacío... Cinco -y últimos- segundos de sufrimiento ¿infundados? Nooo!! Estaba loco, nadie cuerdo haría esos movimientos extraños y pondría esa cara de psicópata...
- Subo en las escaleras mecánicas, veo el reloj del metro a lo lejos
- 14: 23... Solo han pasado 10 MINUTOS!!!
- Aquí acaba mi viaje en metro: El más largo y más psicótico!!
...
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3 comentarios:
Está muy chula esta entrada, me ha enganchado... un claro ejemplo de lo peligroso que es el metro y de lo que mola el coche propio... eso sin contar las colas y concentraciones masivas de gente... en fin, que me alegro de que todo haya quedado en una entradade blog
¡¡¡¡Que HORROR!!!
Lo imaginé todo con su camisa color salmón y sus movimientos caóticos!
Tuve miedo casi toda la historia, pero que bueno que pudiste escribirla porque implica que no te pasó nada!
me ha enganchado, si señor!
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